Este artículo lo escribí mientras miraba el partido de
fútbol entre las selecciones de Perú y Bolivia. Pensaba y dije, como así, a
pesar de tantas decepciones que nos da este equipo todavía seguimos apoyándolo,
seguimos viendo sus partidos ajustando nuestras agendas profesionales como
personales. ¿Por qué? Me pregunté y pregunté hasta que me respondí con el
siguiente argumento.
Perú no es solo un equipo de fútbol, es ya una marca que ha
calado en el corazón de cada uno de sus ciudadanos, y no solo me refiero a la
marca Perú, sino por todo lo que representa. Ya entrando al tema empresarial
como siempre me gusta, es innegable la relación de nuestro sentimiento a
nuestro país, como el sentimiento mediante a la marca que representa.
Como ya sabrán, yo estoy encargado de velar por la marca de
la empresa en que que trabajo en todo el Perú. No es una tarea fácil, déjenme decirles.
Pero lo que me preocupa es que como diría algún amigo, es de que si todo el
personal de la empresa se pone la camiseta. Es decir, que si se identificaban
con su centro laboral, les gusta el logo de la empresa, les encanta su uniforme
(si tienen) y sobre todo, si podrían dar algo de su tiempo por esta marca.
Esta tarea necesita de un plan estratégico, me refiero desde
consultarle al colaborador que si desea o no usar el uniforme, hasta
confeccionar merchandising interno y externo para que lleven consigo a todo
lado la marca de su empresa, que puedan caminar orgullosos con ella. Pero
ahora, lo más importante es ¿Qué representa esta marca? De lo cual hablaré en
la parte dos de este largo artículo.
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